Existen sagas en los videojuegos que nos llevan a mil y un lugares. Pero The Legend of Zelda es especialmente interesante. Y es que esta franquicia de juegos comparten una línea cronológica sin ser, la mayoría de ellos, secuelas o precuelas al uso. Es interesante, porque todas, además ocurren en un mismo universo, con sus divinidades, sus especies y, como ya habéis leído en el título, sus reinos. Bien, esta serie va de eso. Aunque el más conocido es Hyrule (del cual hablaremos en otra ocasión), existen una infinidad de reinos con sus propias peculiaridades.
El reino con el que quiero empezar esta nueva serie no es otro que el que comienza la saga. El Reino de los Cielos, como su nombre indica, es un lugar superior, que se encuentra sobre el resto de lugares presentes en la saga. Y digo que es el comienzo porque es el reino en el que empieza Skyward Sword, el primero en la cronología.
Pero, empecemos por el principio. Hace mucho mucho tiempo las diosas Din, Nayru y Farore crearon el universo. Cada una se encargó de otorgar un aspecto al mundo que conocemos. Din creó el mundo material, lo tangible. La diosa Nayru dio a esa materia unas reglas, una ley y un orden. Por último, Farore creó la vida que habitaría en ese mundo. Así comenzó todo.
Las tres diosas otorgaron al mundo una reliquia sin igual, la Trifuerza. Este nombre, no hace referencia a que hay tres figuras que lo componen, ya que en el Zelda de NES, son solo dos las que aparecen, y se sigue denominando Trifuerza. Este nombre viene de los lados de estas figuras, son triángulos, de ahí el tri-fuerza.
Haciendo referencia al color de la reliquia, también se le llamó El Poder Dorado y a sus creadoras, Las Diosas de Oro. Este objeto fue entregado a la subdiosa Hylia, antes de ascender y desaparecer del mundo. Ella sería la encargada de velar por la seguridad y el orden del universo.
Sin embargo, muchos años antes del comienzo de Skyward Sword, algo ocurrió. Un día una grieta se abrió en el mundo, la oscuridad llegó a nuestra tierra. Un ejército de demonios comandado por el Heraldo de la Muerte destruyó todo a su paso. Este buscaba conseguir el gran poder de la Trifuerza.
Por ello, Hylia con el fin de proteger el legado de las diosas Din, Nayru y Farore, reunió a los supervivientes, rompió la tierra que tenían bajo sus pies y les elevó, junto con la Trifuerza, a un lugar donde los demonios no pudieran llegar, el cielo. Así se creó Celéstea, El Reino de los Cielos.
Esta tierra estaba protegida por una barrera de nubes que creó Hylia. Es muy curioso porque ocurría algo parecido a Final Fantasy XIII y el Nido. En este lugar se desarrolló un miedo terrible a las Tierras Inferiores. Estas estaban llenas de criaturas peligrosas y se veían como algo similar al Inframundo. Lo que ocurrió en ellas fue que, Hylia, junto a las tribus que quedaban, libraron una gran guerra que acabaría con el Heraldo derrotado y sellado por la diosa.
Después de esto, Hylia decidió renunciar a sus poderes divinos y convertirse en mortal, con el fin de, si se diera el caso, poder utilizar la Trifuerza para luchar contra el mal (recordad que solo un mortal puede utilizarla). Zelda es la susodicha mortal, la reencarnación de la diosa.
Este reino ha estado presente en muchos de los juegos de la saga. El más importante y del que os he contado los acontecimientos anteriores es Skyward Sword. Altárea es, por así decirlo, el lugar más importante de Celéstea. Este está formado por un conjunto de islas flotantes que se encuentran exactamente sobre la Tierra del Presidio, lugar donde el Heraldo fue encerrado. Aquí es donde se guarda la Trifuerza y donde nacen las primeras reencarnaciones de la diosa Hylia y del Héroe de la diosa. Y también es aquí donde se guarda la Espada Divina, una versión primigenia de la que más adelante sería la Espada Maestra que todos conocemos.
Pero aunque tenga mucho protagonismo en el juego de Wii, también aparece en otros juegos de la saga. En Minish Cap visitamos un lugar llamado el Palacio de los Vientos. En Phantom Hourglass, concretamente, en la Isla del Viento, tenemos una batalla en la parte superior del templo. Esta torre atraviesa las nubes llegando al Reino de los Cielos. Por último, en Twilight Princess aparece la llamada Ciudad de El Cielo, la cual denominan como Celestia. No, no lo he escrito mal, es con I y no con E. Podrían referirse al mismo lugar, solo que se ha ido modificando la palabra a lo largo de los siglios, como Hispania y España, ¿quién sabe?
Hasta aquí mi entrada sobre El Reino de los Cielos de The Legend of Zelda. Espero que os haya gustado esta nueva serie. No la haré tan a menudo como la del Futuro de Final Fantasy, que no quiero que os canséis de ella muy rápido. Dejadme por twitter si quieréis que hable de algún Lugar especialmente Imposible, hasta la semana que viene.
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