viernes, 15 de mayo de 2015

Análisis de Final Fantasy X-2


Hola a todos, aunque sea un día tarde. Exámenes, ya sabéis. Hoy, con motivo de Final Fantasy X | X-2 HD Remaster en PS4, os voy a analizar FFX-2, ya que hace un tiempo ya analicé el primero. Esta ha sido una secuela muy criticada. En esta entrada os voy a intentar explicar mi opinión sobre el tema.

FFX-2 es una continuación directa de la décima entrega numerada de la franquicia, concretamente su historia se sitúa dos años después de lo acontecido en el primer juego. Sin entrar en spoilers, la vida en Spira ha cambiado y se ha adaptado a las nuevas circunstancias. Yuna recibe un mensaje de Rikku con una grabación en la que aparece Tidus encerrado. En ese momento ellas dos y Paine, un nuevo personaje, formarán un grupo de caza-esferas, las YuRiPa y buscarán respuestas a lo que está ocurriendo. 



El opening del juego, el cual siempre es recordado por los que han jugado al juego, ocurre algún tiempo después. Yuna aparece con su ropa de invocadora sobre un escenario lleno de luces. De pronto da un paso al frente y su aspecto cambia a una ropa mucho más sexy, coge un micro y se pone a cantar una canción pop. Esta escena es muy recordada porque es una declaración de intenciones. Es la transformación de la subsaga de Tidus y Yuna. 

Muchos no quedaron satisfechos con esto, a otros les pareció gracioso, pero lo que está claro es que el tono de esta secuela no tiene nada que ver con la de FFX. Desde mi punto de vista eso es lo más chocante del juego, no la historia, que puede ser más o menos trascendente, sino el tono J-Pop con el que está contada. La perspectiva cambia totalmente, no porque Yuna sea la protagonista, sino porque el juego se vuelve mucho más rosa y banal. Ojo, en ningún momento he dicho que me disguste, es gracioso cuando te adaptas a él, pero está claro que no es lo que esperas después de la primera parte.



Este tono femenino también está presente en la jugabilidad. Concretamente, en el combate. Es similar al de FFX, pero ahora los turnos de aliados y enemigos son independientes, es decir, los contrincantes no tienen un turno propiamente dicho, sino que van atacando mientras tú realizas tus acciones. Eso lo hace más dinámico, pero también te fuerza a ser rápido e impulsivo. El cambio más visible es que ahora cada uno no tiene una función, sino que existen rolles similares a FFXIII. ¿Dónde está lo femenino entonces? En que el juego no los llama rolles, sino vestisferas. Son esferas especiales que cambian la ropa del persona otorgándole nuevas habilidades y que puedes organizar en diferentes formaciones. De la misma forma, no hay invocaciones. En su lugar hay transformaciones, una por cada YuRiPa. El juego las llama "Look Super" -me entendéis ahora, ¿no?-. En cualquier caso, hay que decir que son bastante espectaculares. 

En este propósito de hacer el juego más dinámico, también hay cambios en la forma de desplazarnos. Yuna es más rápida que Tidus -hijo, eras muy lento, las cosas como son- y ahora puede saltar. 



Si vamos a lo visual, vemos que recicla gran parte de los escenarios, cosa que puede ser normal, ya que seguimos en Spira, y añade alguna nueva, quizás pocas. Lo que sí es criticable es el acabado final. Cumple, pero podría haber estado más cuidado. 

CONCLUSIÓN:
Final Fantasy X-2 es una buena secuela a nivel jugable, que busca ser más dinámica y que introduce mecánicas interesantes en el combate. Sin embargo, y aunque a mí no me disgustó llevadas unas horas, entiendo que a quien jugara a la primera parte le resulte chocante su tono J-Pop. En cuanto a la historia, no tiene tanta profundidad como la primera, pero es interesante. Aunque en ella veamos muchos escenarios reciclados y el resultado gráfico esté a un nivel un poco inferior. En cualquier caso, siempre será un juego que defenderé. Me dio muchas horas y me permitió volver a Spira en una nueva aventura. Es tuya la decisión de darle una oportunidad.






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