Hola, chicos. Hoy os vengo a aclarar una serie de dudas que me habéis planteado varias veces desde que abrí el blog. ¿Por qué no pongo notas en mis análisis?
A algunos de los que me leéis os extrañó que no pusiera un número al final de mi primer análisis. Hoy vengo a explicaros por qué.
Hace unos meses, la web española Eurogamer.es decidió eliminar las calificaciones numéricas. Sus razones se basaban en que estamos en una era en la que los juegos cambian con parches y modificaciones que se lanzan posteriormente y que cambian la experiencia de juego. Además, estos tienen un fuerte componente online, algo que solo puede analizarse a lo largo del tiempo. Por eso, desde su punto de vista, este sistema se ha quedado obsoleto.
Estas son sus razones. No son las mías.
Yo comparto esta opinión, pero solo en parte. Estoy de acuerdo con la valoración que hacen del mercado actual, pero ese no es el motivo por el cual yo no pongo notas. ¿Cuál es, entonces?
Cuando y me enfrento al análisis de un videojuego, lo hago considerándolo una obra. Ahora no entraré en si es una obra de arte o no, pero está claro que es un producto firmado por uno o varios autores. Llegados a este punto, os pregunto yo, ¿sería justo calificar una canción de Mozart con una nota del 1 al 10? ¿Sería justo valorar una obra de teatro, un poema, un cuadro con una nota del 1 al 10? Desde mi punto de vista, no.
Y es que cada juego puede ser una obra maestra o el mayor truño del mundo dependiendo de quién, dónde y cuándo se juegue. Para mí, por ejemplo, Final Fantasy X es el mejor de la saga y uno de los mejores de la industria, en general. Probablemente muchos os habréis tirado de los pelo con esta afirmación y lo entiendo. Pero la edad con la que lo jugué, todas las horas que le dediqué y el hecho de que fuera mi primer Final Fantasy han hecho que le tenga un cariño especial. ¿Quiere decir eso que es un juego de 10? No, quiere decir que es un juego que yo recomendaré siempre.
Es totalmente respetable que otros, sobre todo las webs que tienen la objetividad como estandarte, defiendan las notas y las sigan utilizando. Hay algunos que han visto las carencias de este sistema, como el caso de Meristation, y han decidido modificar las calificaciones cada cierto tiempo, por lo menos de juegos importantes. Pero esto responde al planteamiento de Eurogamer, más que al mío.
Desde mi punto de vista, es injusto ponerle un 6 a The Order 1886, por ejemplo, porque tenga carencias en su jugabilidad. Puede que lo que busque sea ser un espectáculo visual y no una locura a nivel jugable y creo que eso totalmente respetable. Cuando tenga una PS4 y lo juegue -que será dentro de mucho (SONY, aquí estoy)-, lo analizaré y diré si lo he disfrutado. Si no lo he hecho, nunca le pondré una mala nota; simplemente no os lo recomendaré. Creo que es la solución más justa para sus creadores y para el público que sí está satisfecho con el resultado final.
Vosotros, ¿qué pensáis? ¿Creéis que tengo una visión demasiado intensa de los videojuegos? ¿O compartir la opinión de que los videojuegos son obras y por lo tanto tienen que valorarse como tal?
No hay comentarios:
Publicar un comentario