martes, 2 de febrero de 2016

El Castillo Monstruoso de Rogue Legacy - Lugares Imposibles


Hay grandes fortalezas que juegan con el silencio para crear sensaciones en el jugador. Otros, en cambio, buscan crear grandes universos inmersivos llenos de detalles que hagan de su creación ciudades únicas. Los videojuegos solo tienen límite en la mente del desarrollador. Pero no todos los Lugares Imposibles son tan grandes y complicados. Hay otros creados por pequeños equipos que toman elementos que ya conocemos y les dan un toque que los convierten en algo completamente diferente. Este es el caso de Rogue Legacy. 

Rogue Legacy es un juego no sé si indie -es una palabra ya bastante sobreutilizada-, pero sí pequeño. La temática es la típica de caballeros y castillos de estética medieval. Tiene una estética bastante sencilla, con escenarios en 2D y una jugabilidad, también sencilla. Sencilla, pero muy adictiva. 

El él, controlamos a un guerrero, un paladín, un mago, un minero, etc. Sí, a todos ellos. Algo especial de este juego es que si nuestro personaje muere, muere definitivamente y debemos comenzar de nuevo con otro héroe. De hecho, podemos ir viendo nuestra línea sucesoria. Esto le da un aire de definitivo a morir. Es más grave, vamos a decir. Aunque conforme vas jugando, esto importan menos, al principio se siente como algo importante. Y es que cada personaje es prácticamente único. 


Un detalle muy interesante de la elección de personaje es que cada uno es especial. En la descripción no solo te muestra las características físicas: paladín, poca defensa y rápido, no. También te dice que es tímido, que es daltónico y que es homosexual, por ejemplo. Por eso, cuando mueres, sientes que ese personaje ha muerto para siempre. Muchas de estas cuestiones, además, repercuten en la jugabilidad, no lo de ser homosexual, obviamente, pero sí lo de ser daltónico, por ejemplo. 

Esto es importante, porque es un punto fundamental para que el castillo se perciba como algo peligroso. Además, es en lo que se basa la esencia del juego y es a lo que hace referencia el Legacy del título. Al principio, no tenemos el poder para superar los obstáculos que nos presenta el castillo, por eso deberemos conseguir el mayor oro posible para que nuestro descendiente pueda mejorar sus habilidades y equipamiento y cumpla nuestra misión por nosotros. Ese es nuestro legado. 


Pero centrémonos en el castillo en sí. Esta estructura de piedra está encantada. Cada persona que entra dentro se encuentra con un castillo diferente. Lo único que sabemos es que hay cuatro zonas: una es el castillo central, a la derecha están los jardines, sobre él están las torres y bajo las piedras está el subsuelo. Cada uno con criaturas diferentes, más poderosas según la zona, aunque eso tienes que ir descubriéndolo tú, y con jefes finales que deberás derrotar. 

Luchar contra estos jefes me ha recordado bastante a, por ejemplo, Super Mario unido a Metroid, con las armas propias de un Skyrim. Lo sé, es una mezcla un poco complicada. Hay algunos opcionales que podrás derrotar o no, aunque si lo consigues dejarás una buena fortuna a tu descendiente. Pero hay otros que son los que custodian la zona en la que se encuentran. Estos deberás matarlos y son los más poderosos del juego. ¿Por qué? Dirás. Bien, se dice que hay un gran tesoro dentro del castillo, un tesoro que han buscado cientos de caballeros. Este se encuentra detrás de una puerta situada en la misma entrada del castillo, de hecho, es lo único que no varía de la estructura del palacio. Pues bien, deberás matar a los cuatro monstruos para que se iluminen cuatro símbolos en el portón y puedas llegar al gran tesoro. 


Y aquí es donde viene lo interesante. Este juego, además de tu propia historia, te cuenta que hace muchos años un rey entró a buscar el tesoro que escondía. Al no conseguir salir, sus hijos fueron en su busca. Sin embargo, los miembros de la comitiva fueron muriendo o perdiéndose dentro del castillo. Dentro de la fortaleza te vas encontrando páginas del diario de viaje de uno de esos hijos.

Las páginas tienen un orden determinado y te cuentan la aventura del príncipe. Es curioso como unas simples líneas pueden retratar tan bien a un personaje. Ves cómo comienza con ilusión, con ganas de encontrar a su padre. Sin embargo, página a página va contando el odio y la rivalidad que tiene hacia sus hermanos y ves como, poco a poco, se queda solo y se va volviendo loco dentro del castillo. Hay un punto en el que ya no sabe qué es real y qué no. Todo esto, mientras te vas encontrando monstruos cada vez más fuertes. Por eso, cada vez hay más misterio y más ganas por desentrañar el secreto del castillo. 


Cuando por fin atraviesas la puerta dorada con los cuatro símbolos iluminados y CUIDADO AQUÍ VIENE SPOILER, te encuentras nada menos que al príncipe de los diarios. ¿Cómo es posible? Tened en cuenta que cada vez que mueres, un sucesor ocupa tu lugar, es decir, que han pasado muchos muchos años desde que este caballero empezó su andadura por el castillo. La repuesta la ves en cuanto entras, el gran tesoro no es otra cosa que la fuente de la juventud. Pues bien, el príncipe se descubre como un asesino que ha traicionado a sus compañeros y que se ha vuelto loco. Por eso, en cuanto llegas, te intentará matar. Cuando es derrotado, el caballero se fusiona con la misma fuente convirtiéndose en un poderoso guerrero. Pero tú al final consigues destruirle -o no-. Y con él, a la propia fuente. 

Aunque el final no esté mal -dejando a un lado que tanta muerte no sirve para mucho-, lo especial de este juego está en el camino más que en el destino. El aura que rodea al castillo, que este cambie cada vez que entras en él y lo especial de dejar un buen legado a tu sucesor para que corra mejor suerte que tú. No siempre un juego debe crear un universo enorme para ser un lugar que te atrape y Rogue Legacy lo ha demostrado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario