jueves, 9 de octubre de 2014

Análisis de Final Fantasy XIII


Hola internautas. -Tendría que pensar en un saludo para todas las entradas como hacen los youtubers...-. Esta semana, con motivo de su lanzamiento en PC, os traigo el análisis de la primera entrega, la original, de Final Fantasy XIII. Aquí comienza el viaje de Lightning. 


HISTORIA

El juego nos sitúa en El Nido, un satélite suspendido sobre las tierras inferiores, Gran Paals. -Sí, antes de Destiny ya lo había pensado alguien-. Es el miedo a estas tierras inferiores la que marcará a la sociedad en la que nos encontramos. Nosotros controlamos a Lightning, un antiguo miembro de la guardia. Ella se ve involucrada en una serie de sucesos que le harán unirse a un grupo de personajes (Snow, Vanille, Fang, Hope y Sazh) para cumplir una misión.

Final Fantasy XIII, como sabréis, forma parte de la compilación Fabula Nova Crystallis: Final Fantasy, que conecta una serie de juegos bajo una misma mitología. En este caso, además de los dioses que la forman, también aparecen los Fal'cie y los Lu'cie. Los primeros, siguen los mandatos de las divinidades rigiendo y cubriendo las necesidades del mundo. Los segundos, por su parte, son siervos de los Fal'cie, los cuales les encomiendas misiones que deben cumplir. 
Como veis, el universo que nos presenta es rico y bastante enrevesado. La historia es profunda y, en definitiva, la base del desarrollo del juego. Además, veremos tensiones entre los personajes, a veces forzadas, que darán bastante juego a la aventura. Todo esto, aderezado con unos sucesos que ocurrieron los trece días antes del comienzo del primer capítulo y que iremos descubriendo con la narrativa del propio juego. 


APARTADO ARTÍSTICO

La música está a muy alto nivel, como suele ocurrir con esta franquicia, aunque se echa de menos una gran melodía como podría ser To Zanarkand de Final Fantasy X. Oficialmente, en occidente la BSO corre a cargo de la cantante Leona Lewis y su My Hands,  una balada preciosa y muy emocional. Cual fue mi sorpresa cuando únicamente la escuché en los últimos segundos de juego. 

En cuanto al diseño, visualmente es muy espectacular. Sobre todo yo destacaría cómo han trabajado el contraste entre la civilización industrial de El Nido y la naturaleza del Gran Paals. Todo muy colorido y con una calidad gráfica puntera en ese momento, como primer Final Fantasy que era de la generación PS3/360.


También cabe mencionar a las invocaciones, en este caso "eidolones". En este tema estoy dividido. Por un lado su diseño es está llevado al detalle extremo, llenos de pequeños elementos. En definitiva, muy cuidados. Sin embargo, existen dos versiones de estos. Por un lado tenemos la forma "humanoide", puede que demasiado, y por el otro tenemos la versión "animal/vehículo". Esta me recuerda peligrosamente a Transformers y, la verdad, me parece muy poco acertada. Llamadme antiguo, pero no concibo que una invocación de un Final Fantasy se transforme en una moto. 


JUGABILIDAD

Para hacer esta nueva entrega de la franquicia, se quiso unir la tradición Final Fantasy y la espectacularidad cinematográfica que marcaba la industria. Esto, ¿cómo se consiguió? Ideando un combate frenético, pero a la vez táctico. Este se basa en la asignación de roles configurados previamente en formaciones, lo que hace muy fácil pasar de una a otra. Además, ayuda la incorporación del Cristarium, un sistema muy parecido al tablero de esferas de FFX. 

Esta decimotercera entrega numerada tuvo grandes críticas por ser muy lineal. Esto es cierto a medias. El juego se podría dividir en dos partes: los capítulos que se desarrollan en El Nido y los que ocurren en Gran Paals. La primera división es rematadamente lineal, sin matices. La segunda, sin embargo, sí que nos ofrece un mundo abierto que puedes recorrer las veces que quieras. El problema es que la parte de El Nido ocupa gran parte de la historia. Es decir, eso de mundo abierto solo ocurre en menos de un tercio del juego. 

En la parte de Gran Paals tenemos algunos extras, aunque se hacen escasos y sobre todo de poco peso. Por ejemplo, tenemos misiones secundarias encomendadas por unas criaturas llamadas Efigies. Sin embargo, acaban cansando, ya que no hay una recompensa realmente atractiva, como podría ser una invocación extra o una zona secreta. 


RESUMEN:
Final Fantasy XIII es un juego que nos ofrece un universo complejo y una historia profunda. El diseño y la música están muy cuidados, muy espectaculares y llenos de detalles. En cuanto a la jugabilidad, consigue unir tradición y cinematografía gracias al nuevo sistema de combate basado en formaciones. Las únicas pegas son el desarrollo lineal de parte del juego y la falta de alicientes que animen a completar las misiones secundarias de la parte más abierta. En cualquier caso, estas valoraciones no tan positivas aparecen cuando lo comparamos con otros Final Fantasy. Es decir, que en el panorama global de la industria, podemos decir que tiene un nivel bastante alto. Yo, personalmente, recomiendo su compra. 





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