jueves, 1 de mayo de 2014

Análisis retro de Mario Kart Super Circuit

Mario Kart Super Circuit, ese fue el nombre de la entrega de la saga de coches del fontanero para Game Boy Advance. Ese fue también mi primer juego para la consola de Nintendo. Es por eso que le tengo un cariño especial. 

HISTORIA - MODOS

He titulado a este apartado diferente porque, como es obvio, Mario Kart no tiene historia que analizar. Ni la tiene, ni la necesita. 

El juego se estructuraba en tres modos: Mario GP, Time Real y Quick Run. El primero correspondería con la campaña, el segundo consiste en competir contra tu marca para batir tus propios récords y el tercero es una partida rápida. Está lejos de la variedad que aportan las últimas entregas, con diferentes niveles de competición además de las carreras, aunque para la época bastaba. 


La campaña del juego se dividía en varias fases de dificultad que se iban desbloqueando conforme avanzaba el juego. Exactamente como ahora. 


APARTADO ARTÍSTICO

El diseño de niveles es una de las bazas a favor del juego de Nintendo. Una carretera, un desierto, una montaña helada, un castillo de fuego o el clásico nivel arco iris. La variedad de niveles que presenta Mario Kart no la hemos visto en las propuestas de la competencia y, en parte, es por eso por lo que sigue siendo el rey. 

Es curioso como algo bueno, también puede ser algo malo. Si miramos la entrega de Wii y la de Game Boy Advance vemos que las pantallas son diferentes, pero a la vez son iguales. Yo no soy partidario de que Nintendo aparque la marca Mario como dice alguno, pero sí que se esfuerce para que no sea sinónimo de monotonía. Hay mucha variedad en los niveles del juego de coches, pero si tiene que haber un momento para innovar en ese sentido, ese momento ha llegado. 



JUGABILIDAD

Pero si hablamos de un juego del fontanero, en lo que debemos pensar es en jugabilidad. Diversión pura y dura. Y eso siempre está ahí. Nada tiene que ver el sistema de derrapes con los juegos actuales, y mucho menos su dinamismo. Pero un Mario Kart es un Mario Kart, lo que asegura horas y horas de entretenimiento.

La saga de carreras ha conseguido dar con la fórmula perfecta de "armas", si se les pueden llamar así. No solo porque hay una para cada situación, sino porque a lo largo de los años han conseguido carisma por sí solas. Esas conchas rojas, verdes y azules, esa estrella, ese plátano que te deja el jugador de delante. Son detalles que les va a costar mucho conseguir a los juegos rivales. 



RESUMEN:
Mario Kart Super Circuit llevó la fórmula de la carreras del fontanero a Game Boy Advance. Es posible que la variedad de modos no fuera su fuerte, por lo menos en comparación con las entregas más recientes, pero el buen diseño de niveles y la jugabilidad entretenida son características que han ido de la mano de la saga y esta no es una excepción. Horas y horas de diversión garantizada pegado a la portátil de Nintendo. Aunque por otro lado, si miramos atrás vemos que tampoco ha variado tanto la saga después de tantos años. Puede que las innovaciones de la octava parte, como la gravedad, traigan ese aire fresco que reclama la franquicia.  





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